domingo, diciembre 10, 2006

CUENTO DEL INMIGRANTE (cuentos, 2da parte)

Los ojos negros del proximo cuentista brillaban con la luz de la fogata.
"Recuerdo cuando llegué a este pais hace muchos años cuando era joven. Como el té siempre ha sido mi bebida preferida, me paré en un restaurante a refrescarme, y me senté frente al mostrador. La mesera me trajo una taza, una jarra con agua caliente, y un sobrecito de papel lleno de té negro. Yo rompí el papel y le vacié el sobre en el agua caliente."
"El hombre que estaba a mi lado me preguntó si yo era de otro pais y si acababa de llegar a este. Yo le dije que acababa de llegar, y le pregunté que como lo notó. El hombre ordenó té él mismo y me instruyó en el uso del sobrecito de té".
"Yo le agradecí al caballero de corazón y me serví un poco de té. Despues alcancé los sobrecitos de azucares y le sambuyí un par de sobres en mi taza."
La cultura ni es racional ni sistemática—aunque los psicologos creen que la cultura y el sentido común están codificados como dos millones de hechos o realidades que aprendemos una a una. Cultura no es algo que aprendemos, es algo que vivimos.
Nosotros los humanos tenemos muchas responsabilidades porque lo que hacemos, no sólo refleja nuestras culturas, tambien las cambiamos. Con la actual economía mundial, o como dicen por ahi, globalización, hay una increible demanda por gente que cruzan y traspasan las fronteras locales y nacionales.
Pero si esperamos que lo que hacemos va a cumplir con expectativas internacionales, debemos comprender que, y e' kaki? (no será fácil).
Si deseas leer el primer cuento de esta serié, haz click en el link: Cuento del relojero

domingo, diciembre 03, 2006

EL CUENTO DEL RELOJERO (cuentos, 1ra. parte)

La historia que transcribo a continuación, es parte de una serie de cuentos que leí en una de las mejores revistas de diseño ya fuera de publicación. Desconozco el autor, pero la publicación era CRITIQUE. No son cuentos ecritos por mi, solo son un recuento de lo que me acuerdo, pero son dignos de ser compartidos. Ojalá puedan disfrutarlos y leerlos todos.

EL CUENTO DEL RELOJERO

Se estan viviendo tiempos dificiles. Una plaga ha arrazado con la tierra, y miles de las victimas de la ciudad han buscado refúgio en lugares lejanos. La casualidad ha juntado a unos cuantos en una asolada montaña lejana. Alrededor de una fogata, en la noche fria, cada uno cuenta su historia.

La Cuento del Relojero

El primer cuentista se arregla el gorro de escalador de montañas que lleva en su cabeza al mismo tiempo en que le da curvas a un reloj de madera de los que hacen cuu-cuu. Él era de una raza única—El relojero Bavaria.

“Se sabe muy bien que Bavaria es el estado más tradicional y conservador de Alemánia” dijo él. “En consideración a esto, yo he dedicado mi vida a hacer relojes que corren al revez. Bavarianos, como todos los Alemanes, se dan el orgullo de llegar a las reuniones, no solo a tiempo, sino, al mismo tiempo que todos los demas. Entonces, las manesillas de mis relojes no solo corren al revez, sino que, ellos tienen los numeros organizados al revez tambien"

"Cuando los relojes digitales fueron inventados, yo me enfrenté al desafío mas grande de mi carrera. Como los relojes digitales no dan vuelta, ellos no pueden correr al revez. Yo temí por mi trabajo, y por mi pais. Afortunadamente, a la gente no le gustaron los relojes digitales. A proposito, cuantos de ustedes aqui lleva uno puesto?"

Un joven se paró. Con la luz de la fogata se le veia que portaba un portaminas o lapiz mecánico en su camisa. "Yo necesito mi reloj porque tiene una calculadora" dijo el joven refuñando y pronto se sentó.
"Eso pensé" dijo el relojero. "Yo he dedicado mucho tiempo a cosas en que la gente nunca piensa, y finalmente yo he encontrado la razón del por qué la gente no le gusta usar los relojes digitales"

"Cuando preguntas el tiempo, realmente estas haciendo dos preguntas.
La primera es, ¿qué tiempo es? es mejor respondida con un reloj digital.
La segunda, ¿cuanto tiempo me queda? es mejor respondida con uno de mis relojes. Le das vuelta a la manesilla con la vista, mides el angulo resultado en tu mente, y tienes la respuesta. Con tu reloj digital, mi joven amigo, necesitas matemática. O usas el calculador de tu reloj, o sumas y restas en tu cabeza".

A mucha gente le resulta mucho más fácil responder la segunda pregunta con sus ojos, por eso es que los relojes de manecillas aún estan de moda.

Algunas cosas trabajan mejor porque encajan con la capacidad, el conocimiento y la costumbre de la mente humana. Desafortunadamente, no conocemos de ningun sitema de reglas que nos de la capacidad de determinar cual es, simplemente, la mejor idea y la mejor alternativa. 95% de la gente prefiere un reloj de manecillas a un reloj digital, pero muy pocos saben explicar el porqué.
Algunas de las decisiones que tomamos muchas veces parecen no importar. Uno de mis amigos tiene un reloj que corre al reves. Él me asegura que es tan fácil de leer como un reloj que corre normal. No tiene problemas al dar la hora, y solo hace un sacrificio—ya no puede leer relojes ordinarios. Todo depende de a lo que nos acostumbremos.